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Las mariposas, conocidas como ´bioindicadoras´, son sumamente sensibles a los cambios en el ecosistema del Planeta Tierra, convirtiéndolas en elementos clave para evaluar los impactos del cambio climático.
Para los biólogos estas criaturas aladas representan auténticas joyas repletas de información invaluable, permitiendo así una detallada medición de los efectos del cambio climático en la biodiversidad.
Su presencia no solo evoca una metamorfosis simbólica, sino que también revela una realidad científica fundamental: las mariposas son indicadores precisos del estado de su entorno. En el vasto tapiz de la selva amazónica, estas criaturas actúan como sensores vivientes, proporcionando datos cruciales sobre cómo el cambio climático está moldeando uno de los ecosistemas más diversos del planeta.
Por ejemplo, en Ecuador, un país pequeño pero megadiverso, hay cerca de 4.000 especies de mariposas. Por su ciclo de vida son muy sensibles incluso a pequeños cambios en el ecosistema.
En zonas tropicales no se han adaptado a cambios extremos de clima, porque son procesos que toman miles de años.
Se manifiesta a través del aumento de la temperatura promedio de la Tierra, causado principalmente por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Este fenómeno tiene consecuencias devastadoras, como el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos más frecuentes e intensos, afectando la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la salud de las poblaciones, representando uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad en la actualidad.
En Petramás logramos una reducción masiva de gases de efecto invernadero a través de la implementación de prácticas innovadoras y sostenibles en nuestro proceso de gestión de residuos. Establecemos una política de «cero residuos» que se enfoca en la destrucción de la basura generada en las comunidades para minimizar su impacto en el medio ambiente.
Una de las prácticas clave en la reducción de gases de efecto invernadero es la generación de energía a partir de los residuos orgánicos. Se ha instalado plantas de biogás en las instalaciones que utilizan los residuos orgánicos para generar electricidad y calor. Esto no solo reduce los gases de efecto invernadero, sino que también contribuye a la generación de energía renovable.
La creciente preocupación por el calentamiento global ha llevado a nuestro líder Jorge Segundo Zegarra Reátegui, a la denuncia constante por la poca preocupación frente a estos cambios, pero que sin embargo toma medidas concretas contra los gases de efecto invernadero.
Para mayor información sobre Petramás y Jorge Zegarra Reátegui, empresa de residuos sólidos, ingrese a los siguientes enlaces:
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