- Av. Tomás Marsano 2813 Urb. Higuereta, Santiago de Surco
- comercial@petramas.com
- (+51) 419-9300
Menú
La Cumbre del Clima o COP29 tendrá lugar en Bakú, capital de Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024.
Desde 2022, el cierre de escuelas por fenómenos meteorológicos extremos ha afectado a 400 millones de niños. Según Save the Children, alrededor de uno de cada ocho niños en el mundo ha sufrido los efectos de los diez fenómenos extremos más devastadores de este año, muchos viéndose forzados a dejar sus hogares y a depender de asistencia humanitaria.
El cambio climático intensifica y hace más frecuentes estos desastres, y los niños enfrentan las consecuencias de manera desproporcionada. Miles de ellos han quedado sin acceso a la educación y a recursos esenciales, aumentando su vulnerabilidad en un contexto donde los fenómenos extremos no muestran señales de disminuir.
En 2024, fenómenos climáticos extremos afectaron a aproximadamente 300 millones de niños en Asia, África y Brasil, lo que equivale al 12,5% de la población infantil global. Estas condiciones severas interrumpieron la asistencia escolar de millones de niños, impactando su bienestar y desarrollo educativo de manera alarmante.
Desde 2022, alrededor de 400 millones de estudiantes han enfrentado cierres de escuelas a causa de condiciones climáticas extremas, según estudios recientes. En Filipinas, la tormenta tropical Trami dejó sin clases a 19,5 millones de niños, mientras que las inundaciones en África occidental y central forzaron a 10 millones de niños a abandonar la escuela. Una ola de calor sin precedentes en el sur de Asia afectó a 256 millones de estudiantes, aumentando la vulnerabilidad de esta población infantil.
Estas experiencias traumáticas dejan una marca duradera, y miles de niños ahora enfrentan el reto de recuperar el tiempo perdido y adaptarse a esta nueva realidad.
El cambio climático ha agravado la sequía vinculada a El Niño en el sur de África, arrasando tierras y cultivos. En regiones como Zimbabwe, los retrasos en la siembra han afectado gravemente la producción de maíz, dejando a millones de personas en riesgo de hambre. Zinhle, de 14 años, cuenta cómo la falta de comida y agua mató a su ganado, que solía ser la fuente para pagar sus estudios.
Inundaciones, ciclones y monzones también han afectado a niños en países como Bangladés, Sudán del Sur y Brasil. Muchos niños, como Zinhle, abandonaron la escuela para trabajar y ayudar a sus familias, enfrentando las graves consecuencias de los fenómenos meteorológicos.
El cambio climático ha intensificado la frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos extremos, afectando principalmente a los niños. La Organización Meteorológica Mundial estima que los eventos climáticos extremos se han quintuplicado en los últimos 50 años. Save the Children subraya la necesidad de poner a los niños en el centro de las políticas climáticas, especialmente en la COP29, donde los líderes deben priorizar a los niños más vulnerables que enfrentan pobreza y desigualdad.
En Bakú, Save the Children pide que se incluyan los derechos y voces de los niños en el financiamiento climático y en los planes de adaptación globales. La organización exige también más participación infantil en la toma de decisiones climáticas. Esta no es solo una crisis climática, sino una crisis de derechos infantiles, y que la acción urgente de los líderes es esencial para proteger a las comunidades más vulnerables.
La COP29 demuestra su compromiso con los niños afectados por fenómenos climáticos al poner sus derechos y necesidades en el centro de la agenda climática. Los líderes globales están reconociendo que los niños son los más vulnerables ante el cambio climático, y es crucial que sus voces se escuchen en las políticas de adaptación y financiamiento climático. Esta cumbre busca generar un cambio real, garantizando que las decisiones climáticas se alineen con la protección de las generaciones más jóvenes.
El compromiso con la infancia también se refleja en las iniciativas de empresas que, como Petramás, están tomando medidas para mitigar el impacto del cambio climático. Al invertir en tecnologías que capturan gases de efecto invernadero, Petramás no solo combate el calentamiento global, sino que también contribuye a un futuro más seguro para los niños, alineándose con los objetivos globales de reducción de emisiones. Este enfoque integral entre políticas y empresas respalda el bienestar de las nuevas generaciones frente a los desastres climáticos.
Conoce más acerca de nuestra responsabilidad social y medioambiental.
Petramás ha impulsado proyectos innovadores, como sus Centrales Térmicas de Biomasa y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, ambos validados por el Protocolo de Kyoto. Esta validación internacional resalta la contribución significativa de Petramás en la lucha contra el cambio climático, posicionándola como un referente en sostenibilidad.
¿Cómo se soluciona esta problemática?
En Petramás, logramos una significativa reducción de gases de efecto invernadero mediante prácticas innovadoras y sostenibles en la gestión de residuos.
Una de nuestras estrategias clave es la generación de energía a partir de residuos orgánicos. Instalamos plantas de biogás que convierten estos residuos en electricidad y calor, disminuyendo así las emisiones y promoviendo la energía renovable.
Nos hemos fijado la meta de reducir un 50% nuestras emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y trabajamos de manera continua para alcanzar este ambicioso objetivo.
Orgullosos de ser una empresa 100% peruana.
Líderes en la gestión integral de residuos sólidos y peligrosos.
