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Más de 175,000 personas mueren cada año en Europa debido a los efectos de la ola de calor extremo, según informó la Organización Mundial de la Salud. De hecho, la región europea representa el 36% del casi medio millón de decesos relacionados con el calor registrados anualmente por la OMS entre 2000 y 2019.
Además, según la organización, el número de víctimas por calor «se disparará» en los próximos años debido al cambio climático. Este alarmante aumento se atribuye a las crecientes temperaturas globales y a la frecuencia e intensidad de las olas de calor, exacerbadas por el cambio climático.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, estima que es necesario atender a las personas vulnerables, proteger a los trabajadores expuestos al calor y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C.
El organismo de la ONU explica que las temperaturas extremas exacerban una amplia variedad de enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares, respiratorias, cerebrovasculares y las afecciones relacionadas con la diabetes. Además, afectan negativamente la salud mental, aumentando los niveles de estrés, ansiedad y otras condiciones psicológicas.
También es responsable del «estrés térmico», una condición que ocurre cuando el cuerpo humano ya no puede mantener su temperatura entre 36 y 37°C. Este fenómeno es, hoy en día, la principal causa de mortalidad relacionada con el clima en la región, subrayando el grave impacto del calor extremo en la salud pública.
Los combustibles fósiles son, sin duda, los principales responsables del cambio climático mundial, ya que representan más del 75 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y casi el 90 % de todas las emisiones de dióxido de carbono.
Cuando las emisiones de gases de efecto invernadero envuelven la Tierra, atrapan el calor del sol, lo que provoca el calentamiento global y el cambio climático. Actualmente, el planeta se calienta más rápido que en cualquier otro momento registrado en la historia.
Con el tiempo, el aumento de las temperaturas está alterando los patrones climáticos y el equilibrio natural de la Tierra. Esto plantea numerosos riesgos para los seres humanos y todas las formas de vida en el planeta.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, subraya la necesidad de atender a las personas vulnerables, proteger a los trabajadores expuestos al calor y limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C.
Por este lado del continente, Petramás reduce masivamente los gases de efecto invernadero mediante prácticas innovadoras y sostenibles en un sofisticado proceso de gestión de residuos.
Han establecido una política de «cero residuos» que se enfoca en la reducción, reutilización y reciclaje de residuos generados en las comunidades, minimizando el impacto ambiental.
Una práctica clave es la generación de energía a partir de residuos orgánicos. Plantas de biogás instaladas utilizan estos residuos para generar electricidad.
Petramás ha implementado prácticas de gestión de residuos eficientes que reducen la necesidad de transporte y manejo. Invierten en tecnología para compactar residuos y disminuir emisiones GEI.
Han establecido programas de educación y concientización para fomentar la reducción, reutilización y reciclaje de residuos. Esto ha disminuido significativamente la generación de residuos.
Finalmente, Petramás monitorea sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero, estableciendo objetivos de reducción.
Conoce más acerca de nuestra responsabilidad social y medioambiental.
Orgullosos de ser una empresa 100% peruana.
Líderes en la gestión integral de residuos sólidos y peligrosos.
